Un estudio demuestra que tomar paseos cortos luego de las comidas impacta de manera positiva en nuestra salud, especialmente en lo que respecta al control glucémico.
Realizar actividad física con regularidad es beneficioso para la salud en general, tanto en jóvenes como en adultos. Pero, ¿por qué es especialmente importante movernos después de comer?
Sucede que, luego de ingerir alimentos, aumenta el nivel de azúcar en sangre y de otros nutrientes que son digeridos y absorbidos por el cuerpo, que llega a durar hasta dos horas después de haber comido.
En este sentido, un estudio publicado por la Asociación Americana de Diabetes demuestra que tomar sesiones cortas de caminata luego de las comidas ayuda a controlar estos picos de glucemia.
Los investigadores compararon la efectividad de tres sesiones de 15 minutos de caminata después de las comidas con 45 minutos de caminata sostenida sobre el control glucémico de 24 horas en personas mayores con riesgo de intolerancia a la glucosa.
Entre los resultados obtenidos, señalaron que los períodos cortos e intermitentes de caminata después de las comidas parecen ser una forma eficaz de controlar la hiperglucemia postprandial (posterior a las comidas) en personas mayores.
“Caminar después de las comidas fue significativamente más efectivo que 45 minutos de caminata sostenida por la mañana o por la tarde para reducir la glucosa 3 horas después de la cena entre el día de control y el día experimental”, concluyeron.